Piscinas (salinas) y medio ambiente, naturaleza y agua potable
Oficialmente, en España no está permitido verter agua de piscinas (saladas) en la naturaleza, el jardín o el alcantarillado sin permiso. Esto se deriva de la Ley de Aguas Real Decreto Legislativo 1/2001 y el Real Decreto 1620/2007. Oficialmente, se debería 'filtrar' el agua residual de la piscina y eliminar la sal. Por lo que se sabe, en la Costa Blanca los ayuntamientos no hacen cumplir esta norma. No se descarta que esto cambie en el futuro. Sobre todo ahora que cada vez más personas se pasan a las piscinas de agua salada. El impacto del agua salada es mucho mayor que el del agua dulce de las piscinas y es prácticamente imposible eliminar la sal del agua antes de su vertido.
Se produce una salinización del suelo. A muchos árboles y plantas no les gusta la sal. La sal llega a nuestra agua potable a través del suelo y, mediante la irrigación, también a la tierra.
Un problema muy práctico en la Costa Blanca (y, por lo que se sabe, también en la Costa del Sol) es que, en caso de que sea necesario realizar el mantenimiento o la reparación de una piscina, por el momento no hay empresas que se encarguen de procesar el agua salada. Por lo tanto, las empresas que se encargan de bombear y evacuar el agua no tienen más remedio que verterla en algún lugar donde no debe (por ejemplo, junto a una carretera rural tranquila). De este modo, una media de 240 kg de sal acaba en la naturaleza, donde no debe estar (60 m3 x 4 g/litro).
En Alemania está prohibido (y se aplica la ley) verter agua salada en la naturaleza y incluso en el alcantarillado. En principio, las piscinas de agua salada solo están permitidas allí si se dispone de una planta depuradora propia. En Los Ángeles (California) también están prohibidas las piscinas de agua salada, a menos que se instale una planta depuradora propia (lo que es prácticamente imposible para un particular). Una piscina de agua salada es muy respetuosa con el medio ambiente si se omite el vertido de agua salada (retrolavado) y el vaciado total. Si se tiene en cuenta este problema, es el tipo de piscina más contaminante y menos sostenible. Esperamos que pronto haya un punto de recogida de agua salada, por ejemplo, a través de la puerta trasera de las instalaciones de desalinización en diversas zonas.